Visita Andana Central al CCM 17 de Març 2018

WhatsApp Image 2018-03-22 at 20.36.31
FOTO: Agrupació Fotogràfica de Catalunya.

Ramon Carbó Ferre membre del Patrimoni Històric i TMB EDUCA ha guiat la visita de 25 socis/es d’ Andana Central Amics del Metro de Barcelona al Centre de Control de Metro.

Com President d’ Andana Central gracies.

Farem moltes activitats tot/es plegats.

Javier, el conductor que no quiere más suicidios en el metro

Publicat a El Periódico de Catalunya el 18/3/2018

Un ‘motorista’ que ha vivido ocho arrollamientos al mando de un convoy llama a pensar en cómo afectan a los empleados

«Siempre se habla del que se tira, pero nunca del que lleva el tren», afirma García, que ya no conduce los vehículos

Toni Sust

Javier García, tiene 48 años y acumula 28 de experiencia como trabajador del metro. Hasta el 2013 fue conductor –se les conoce como motoristas– del suburbano barcelonés. Ese año tanto los servicios médicos de la empresa como él mismo tuvieron claro que no podía seguir. Cualquier usuario del servicio habrá vivido la interrupción de una línea. Nadie lo anuncia por megafonía, pero muchos saben cuál es el motivo: alguien se ha tirado a la vía. No son pocos los conductores que han vivido la tragedia de un arrollamiento –así se les llama, en un término que comprende intentos de suicidio y caídas- pero el caso de García desafía a la estadística: le ha pasado ocho veces. «Lo raro es lo mío, que lleve tantos».

García cree que hay que hablar del tema. «Me he ofrecido para dar charlas, quiero concienciar a la gente de que suicidarse es malo y de que se puede causar un daño a terceras personas. Les puedes joder la vida. Yo podría estar en un manicomio. Siempre se habla del que se tira al metro, pero nunca del que lleva el tren«.

La experiencia llevó al hombre, con mujer y una hija, a estar 11 meses de baja y a cambiar de trabajo en la misma compañía: «Ahora estoy en prevención de riesgos. Me encargo de los controles de alcoholemia y drogas». Entró en el metro en 1990. Allí han trabajado también su padre -del que habla con devoción-, fallecido a los 50 años a causa del atropello de un repartidor borracho, su tío y su hermana.

El primer caso

«¿Mi primer suicidio? Llevaba meses en la empresa. Fue una chica de 16 años». La adolescente corría por el andén y llamó la atención de García, que entonces era jefe de tren, y del conductor. De repente, se desvió hacía el convoy, se puso las manos detrás y se tiró de cabeza. Dejó una carta a su padre en la que lamentaba ser tan mala estudiante. «Ver a una persona tirarse es tremendo».

«Antes de pasar a prevención de riesgos he sido jefe de tren, expendedor, jefe de estación de segunda, jefe de estación de segunda habilitado como jefe de primera. Ascendí a motorista y luego pasé a ser motorista instructor y agente de atención al cliente». Su padre era inspector jefe de metro. Le gusta pensar que con su responsabilidad actual puede evitar que el alcohol cause desgracias como la acabó con su vida.

Un 80% de supervivientes

En realidad, García ha vivido 11 casos, si bien algunos no eran intentos de suicidio, sino gente que baja a la vía a buscar algo o que cae por accidente. En tres logró detener el tren antes de que se consumara la tragedia. «Uno de ellos, en Plaça de Sants, me gritaba: ‘No pares, hijo de puta, mátame’«.

No hay cifras claras, porque el criterio oficial del metro, como el de los medios de comunicación desde hace décadas, es no hablar del tema, pero empleados del la empresa que prefieren preservar su identidad calculan que un 80% de las personas que se tiran a la vía sobreviven. Algunas, con heridas severísimas. De las ocho personas que se tiraron ante la mirada de García, tres murieron y el resto sobrevivió.

«Los que se tiran al principio no tienen escapatoria. Entramos en la estación a 45 por hora. Aunque apliques todos los frenos del tren, el eléctrico, el neumático, arrastras un vagón o dos dentro. Clavas las ruedas pero patina, con el tonelaje que lleva», relata.

García recuerda estaciones en las que tuvo los ocho incidentes, con alguna laguna: «La primera fue en Hospital Clínic. Besós Mar. Fontana o Lesseps. Torrassa. Fabra i Puig. Los dos últimos, uno en Poblenou y otro en Barceloneta». Amante de los tatuajes, lleva resumido en un brazo su singular bagaje: «Mi historia es la ciudad de Barcelona, la muerte reflejada en mi trabajo. He puesto el cementerio con una bola de billar con un ocho. Y mi tren, que era el número 13. De ocho suicidios, tres los tuve con el 13. Los dos últimos fueron en la L4 con el 13».

El último fue la puntilla. «Puedo decir que soy la primera persona en la historia del metro que se va de baja por un suicidio y el día que se incorpora se encuentra con otro. Eso me dejó tocado». Fue en diciembre del 2013.

Como si hubiera pasado una semana

«Cuando tienes un suicidio y te incorporas después de la baja, esa semana es muy jodida. Piensas que todo el mundo va a saltar. Vuelves con un miedo atroz. Si yo hubiera pasado esa semana, esos primeros días, como siempre me pasó en los otros casos, hoy estaría llevando trenes, lo tengo más que asumido. Lo hubiese superado».

No fue así: «Volví y el primer día, a la quinta estación de empezar, se me tira otro. Y encima iba muy despacio, por miedo, y lo vi todo. Vi como saltó, se puso de rodillas y puso la cabeza en la vía. Mirándome todo el rato. Y tú frenando con todo, con  los dientes, y pasas por encima. Fue como poner un dedo en una herida abierta. Era un hombre mayor. Muy frío. Mirándome todo el rato. Venía tocado y me tocó más». Pasó un periodo complicado. «Ahora estoy muy fuerte, pero he estado muy mal. Tuve una depresión del 2013 al 2015, llegué a pesar 148 quilos –hoy pesa 87- y sigo en tratamiento psicológico y psiquiátrico». No oculta que llegó a pensar en suicidarse.

Las puertas automáticas

Empleados del metro dicen que incluso en los casos en los que hay puertas en el andén, lo que ya sucede en las líneas automáticas de metro, la L-9 y la L-10 es posible que alguien se cuele: lo hacen los grafiteros. Otro recalca que en esas líneas no ha habido un suicidio. García está convencido de que con el tiempo se instalarán en toda la red, lo que evitará más suicidios. En la parada de Can Cuiás, en Montcada, se ensaya una sistema con persiana todavía más restrictivo que las puertas.

Otros empleados repasan datos sobre la tragedia del suburbano de la que nunca se habla oficialmente. No hay cifras, cada año es distinto, pero sostienen que es en primavera y Navidad cuando hay más casos. También se tira más gente en las paradas cercanas a hospitales. Algunos son partidarios de no contar nada para evitar el efecto llamada, que es como se ha justificado siempre no hablar del tema. La barrera física se antoja como la solución definitiva. Un experimentado jubilado del metro no lo duda: «Un día será imposible tirarse al metro». 


Visita Andana Central visita Centre de Control de Metro de TMB

Avui 17 de Març una veintena de socis/ es d’ Andana Central Amics del Metro de Barcelona hem visitat el Centre de Control de Metro de TMB.
La visita ha sigut gestionada i dirigida per TMB EDUCA de la Fundacio de TMB.
En primer lloc donada benvinguda i explicacio oral i audiovisual del Centre de Control de Metro fen despres un debat de com funciona CCM a peticio socis /es.
Despres hem anat a la Unitat de Seguretat i Proteccio Civil on els seus coordinadors ens han ates molt amablament i contesten i aclarin dubtes dels socis/ es.
A continuacio hem anat a les dependencies del CCM on es gestiona la circulacio de trens e incidencies en estacions per mitja de telecomandaments de circulacio i estacions.
Hem estat molt ben atessos pel supervisor de servei i cap de linies automatiques i convencionals que han explicat molt be funcionamem CCM.
Per acabar visitat dependencies del edifici Sagrera que tenen que veure mon del Ferrocarril.

 


Agraim a tot l’ equip de TMB i Seguretat la gentileza en atendres.

Fotos: Jose Gonzalvo

 

Ràdio Metro, 30 anys informant i acompanyant els viatgers

L'IMAC, comunicació del servei amb esperit radiofònic / Foto: Arxiu TMB

El febrer del 1988, ara fa 30 anys, iniciava les seves emissions en període de proves el Centre de Difusió d’Informació a l’Usuari (CDIU) de Metro de Barcelona, més conegut internament com a Ràdio Metro.

El CDIU, avui rebatejat com a Icom (Informació i Comunicació de la xarxa de Metro), naixia amb la pretensió de facilitar als viatgers informació d’interès sobre el funcionament del servei d’aquest transport suburbà, des de l’avaria d’un tren fins al tancament d’un vestíbul o d’un accés, possibles aglomeracions puntuals de passatge i, en definitiva, qualsevol incidència o recomanació.

El centre estava situat originàriament al recinte del CTC (Centre Tècnic de Control de Metro), del qual depenia el servei, a l’estació de Sagrada Família. Després es traslladaria a l’edifici de TMB a la Sagrera per integrar-se dins del nou Centre de Control de Metro, des d’on encara avui desenvolupa les seves funcions. Aquesta ubicació i un sistema de seguiment centralitzat amb imatges del que està passant a la xarxa permet conèixer en tot moment l’estat del servei i qualsevol fet que es produeixi per tal de facilitar la informació actualitzada de forma immediata al passatge.

Un centre pioner amb esperit radiofònic

En els seus inicis, Ràdio Metro només emetia a les estacions de correspondència i va ser necessari estendre el sistema de megafonia centralitzada al conjunt de la xarxa per poder arribar a totes les estacions. La programació alternava la comunicació en temps real de les novetats del servei amb l’emissió de música ambiental, i també incloïa connexions amb una emissora local, Ràdio Tràfic de Ràdio Barcelona, avui desapareguda, especialitzada en una fórmula particular que combinava la informació sobre temes de trànsit i de mobilitat amb la música.

Aquest model estava concebut per informar no sols els viatgers, sinó també aquells que encara no havien accedit a la xarxa. Una experiència pionera i precursora del Centre d’Informació TransMet, que 10 anys més tard s’implementaria de la mà de l’Autoritat del Transport Metropolità (ATM) per centralitzar tota la informació de les xarxes de transport públic (metro i autobusos de TMB, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Rodalies Renfe i la resta dels autobusos de l’àrea metropolitana) i difondre-la per les principals emissores de ràdio.

Fins a 17 idiomes diferents

L’equip del CDIU que va començar les emissions de Ràdio Metro estava format originàriament per sis persones, membres de la plantilla seleccionats, amb l’assessorament d’especialistes externs que també van participar en la seva formació, adreçada bàsicament a aprendre i perfeccionar la locució i altres tècniques d’utilitat per desenvolupar les seves tasques.

A més de la informació relativa a les incidències, des del centre s’emetien altres missatges informatius d’interès per al passatge i falques d’edició pròpia per al suport de diferents campanyes de promoció. També s’ocupava de contactar amb el Centre de Regulació de Trànsit d’Autobusos, el 010, Via Pública de l’Ajuntament de Barcelona, CETRAMSA (Centre Metropolità d’Informació i Promoció del Transport), així com amb altres operadors i serveis de TMB.

La majoria d’aquestes funcions, a les quals cal afegir el control de la megafonia i les pantalles informatives, l’atenció de consultes i emergències a través de la interfonia i les visites d’escolars programades dins de les activitats de TMB Educa, continuen sent desenvolupades avui dia des de l’Icom, integrat ara per 24 persones i una coordinadora, per tal de cobrir amb diversos torns tot l’horari de servei de metro durant tots els dies de l’any.

Des de la seva creació el centre sempre ha tingut la voluntat de millorar la comunicació amb els passatgers, especialment en aquells moments en què la ciutat acull grans esdeveniments i molts visitants, com va ser el cas de la celebració dels Jocs Olímpics l’any 1992. Fruit d’aquesta voluntat, un grup de treball format per empleats del servei va idear un sistema pel qual es poden emetre missatges a la xarxa per megafonia en un total de 17 idiomes diferents. Això, en cas de necessitat, però el més habitual és fer les comunicacions en els sis idiomes més utilitzats per la població de Barcelona i la seva àrea metropolitana, que són el català, el castellà, l’anglès, el xinès, l’urdú i l’àrab.

L’aportació de Radio Metro aquests darrers 30 anys, facilitant una comunicació adequada i adaptant-se a les necessitats informatives del viatger, ha estat un element fonamental per al correcte funcionament del servei.

Les antigues instal·lacions des d'on emetia el CDIU / Foto Arxiu TMB
Les antigues instal·lacions des d’on emetia el CDIU / Foto: Arxiu TMB

Les actuals instal·lacions des d'on emet l'ICOM / Foto Arxiu TMB
Les actuals instal·lacions de la Sagrera des d’on emet l’Icom / Foto: Arxiu TMB

Tres dels pioner del servei, (d'esquerra a dreta) Marcel·lí Jansa, primer coordinador, Marisa Lesaca, actual coordinadora, i Jesús Montesinos, prematurament desaparegut / Foto Arxiu TMB
Tres membres de l’equip pioner del servei, d’esquerra a dreta: Marcel·lí Jansà, primer coordinador del CDIU, Marisa Lesaca, actual coordinadora, i Jesús Montesinos, prematurament desaparegut i que va deixar una forta empremta / Foto: Arxiu TMB